jueves, 10 de marzo de 2005

PRESIDENTE DEL CONGRESO

Simplemente castellano, y ya no nos entendemos. Hablamos de lo mismo y sin embargo parece que unos hacemos chistes, otros penas, aquellos hablan del tema único, los otros de deporte, los de más allá de ropa mona… ayssssss

Pero todos queremos llegar al mismo punto.





No hay duda de que el lenguaje verbal es arbitrario, no discreparé de la relatividad de esta o aquella palabra; pero me parece tremendo como hemos olvidado que el lenguaje es un instrumente propio, abierto, renovable, amplio, etc., que tiene como objetivo ser la herramienta que facilite la comunicación entre los miembros que la crean. ¿Hay alguien que no dio este tema tan básico en las clases de lengua? De veras hemos olvidado aquello del emisor-receptor y todo aquello que configura la comunicación, ¿de veras?





Ese proverbio árabe que dice “Los ojos no sirven de nada a un cerebro ciego” o aquel otro de “No hay sordo más sordo que el que no quiere escuchar”, son los que se me repiten una y otra vez ante estos casos.





Si tengo mucha sed y no puedo levantarme por un vaso de agua, lo oportuno sería pedir que me la traigas: -¿Me traes un vaso de agua, por favor? Lo mismo, si te la pido en inglés no tengo tanta sed y quiero averiguar cuanto sabes de inglés, o por razones varias me importa más el modo de pedirte algo que lo que te pido. Puede también que te diga: -¿Por qué no me traes algo? Seguramente en este caso tampoco tendré tanta sed, será que me preocupa más si estás pendiente de mí o sabes lo que me hace falta. El caso es que no somos claros, utilizamos el lenguaje como arma arrojadiza y tapadera de lo que no somos capaces de comunicarnos abiertamente.





Mucha suerte Sr. Presidente del Congreso, usted tiene a su alrededor muchas personas que conocen perfectamente el lenguaje verbal en diferentes idiomas, sin embargo, no es comunicarse entre ellos precisamente lo que pretenden, así que ánimo, lo mismo algún día encuentra entre sus congresistas un emisor y receptor dispuestos a comunicarse.

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