El
eterno deseo de transmutarme en aquello que creo que seré, pero que
me da miedo averiguar que quizás sea producto de mis delirios de
grandeza, me golpea con fuerza días como hoy. Días después de
hacer y desarrollar con capacidad el enriquecimiento emocional de
otros/as.
Puedo
comprender que si una oruga tiene miedo al capullo, nunca pasará a
ser mariposa. Por otro lado, sería fatal para una lombriz averiguar
que no es una oruga y por tanto no dará paso a esa crisálida
anhelada.
Pasados
los tiempos, tengo un regustillo a fraude propio; o... miedo.
Puede
que deba reflexionar menos y hacer más, un clásico donde los haya.
1 comentario:
Hola, yo soy el de la ¨v¨ me recuerdas? supongo que me recuerdas aunque lo niegues, al grano, esta parrafada tuya me suena a algo que yo te dije en algún momento etílico.
1º para que quieres transmutarte si ya eres perfecta en tus delírios de grandeza.
2ºY cuando este en una fase en la que la realidad te aplaste, siempre puedes convertirte en lombriz meterte bajo tierra y ser la reina de ese submundo, un consejo ten cuidado con los pájaros, sapos, ciempiés, hormigas, ratas y topos, por lo demás seras una reina del submundo y no necesitarás convertirte en una Barbie.
Un saludo
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